El problema con el final de Game of Thrones (La serie)

Game of Thrones es, sin duda, una de las producciones más impresionantes en la historia de la televisión, Sin embargo, pero su final no estuvo a la altura de las expectativas.

Aunque la serie tuvo una producción impresionante y un elenco increíble, el guion de la última temporada no logró hacer justicia a muchas historias y personajes clave. Aquí repasamos algunos de los errores más grandes que dejaron a los espectadores insatisfechos.

El desalentador final de Jon Snow

Uno de los mayores errores fue la pérdida del arco heroico de Jon Snow, un personaje que, durante seis temporadas, construyó una narrativa sólida como el verdadero rey de los siete reinos. Jon no solo era un líder valiente y leal, sino también el hijo legítimo de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen, lo que lo convertía en el heredero legítimo al trono de hierro.

Sin embargo, en el final de la serie, todo ese trasfondo se desvaneció, y su papel como el legítimo rey de los siete reinos fue relegado a un destino sin relevancia. Este cambio en su desarrollo resultó en una conclusión forzada e incongruente con lo que se había establecido en temporadas anteriores.

Al no darle un descenlace de héroe a Jon, se perdío completamente lo que fué un momento clave en la serie al que se le dió suma relevancia y con el que se cerró la sexta temporada. En la última entrega toda la construcción como héroe de Jon no tuvo importancia o desarrollo alguno.

Se siente forzado e incongruente, el no haber dado una culminación a la importancia de que Jon Snow era Jon Stark, verdadero Rey de los siete reinos.

"El cuervo de los tres ojos"

Otro error notable fue la resolución de la historia de Bran Stark, como el Cuervo de Tres Ojos.

Después de un largo proceso de descubrimiento y entrenamiento con el misterioso cuervo, Bran se convierte en un ser con poderes extraordinarios, como la capacidad de ver el pasado, presente y futuro. Sin embargo, el final de la serie parece ignorar gran parte de este viaje. La transformación de Bran en el Cuervo de Tres Ojos, que implicó sacrificios y un largo proceso de aprendizaje, se ve reducida a una simple proclamación de Bran como rey, sin justificación ni desarrollo de su nueva identidad.

El problema:

Se ignoraron completamente dos momentos clave de su historia: primero, cuando al encontrar al cuervo de tres ojos este le dijo que él jamás podría caminar, pero que podría volar y segundo, la gran cantidad de veces que tanto Bran como el antiguo cuervo, afirmaron que él dejó de ser Brandon Stark cuando entró a la cueva del cuervo, convirtiéndolo en El nuevo cuervo de Tres ojos, con conocimiento de presente y pasado. En el final incluso se la llama Brandon Stark o Bran el roto, rey de los siete reinos sin dar ninguna justificación a su viaje y cambiando todo el desarrollo, sacrificios y muertes que implicó su conversión a cuervo de tres ojos.

Arya Stark y el Dios de muchos rostros

Aunque Arya Stark tiene una de las escenas más épicas en la última temporada, la serie falló al no darle la debida importancia a su aprendizaje con el Dios de los Muchos Rostros. A lo largo de las temporadas, Arya se entrenó para convertirse en una asesina capaz de cambiar su rostro y adoptar nuevas identidades.

Sin embargo, en el enfrentamiento con los caminantes blancos, nunca se ve el uso de esas habilidades. La muerte de su líder, el Rey Nocturno, fue tan directa y sin complejidad que dejó a los fans con la sensación de que su historia había sido desperdiciada, especialmente considerando la grandeza de los caminantes blancos como una amenaza.

Los símbolos misteriosos de los caminantes blancos

A lo largo de la serie, los caminantes blancos dejaron símbolos misteriosos en sus ataques, formados por cuerpos y sangre. Estos símbolos fueron una constante en las temporadas, pero al final nunca se explicaron. L

La serie nunca brindó respuestas sobre su significado o importancia, lo que dejó a los seguidores con más preguntas que respuestas. Esta falta de resolución se sintió como una oportunidad perdida para dar un cierre satisfactorio a una de las tramas más intrigantes de la serie.

Cersei Lannister

Aunque el desarrollo de Cersei Lannister no fue tan afectado por el final como otros personajes, su muerte fue un punto débil en la conclusión de Game of Thrones. Durante varias temporadas, Cersei fue una de las antagonistas más complejas y fascinantes de la serie, pero su muerte en la última temporada fue rápida, sosa y sin el dramatismo que su personaje merecía.

Este final hizo que su legado, que había sido construido cuidadosamente a lo largo de las temporadas, se sintiera anticlimático.

La resurrección de Jon Snow y el Señor de la luz

Finalmente, está el enorme error con el papel del señor de la luz, otro aspecto que fue dejado de lado de manera insatisfactoria. Este es uno de los muchos dioses que se presentan en la trama de juego de Tronos quien mostró su poder en incontables ocasiones durante la serie a través de la resurrección de Jon Snow y las visiones de Melisandre, la bruja roja. Sin embargo, nunca se explicó por qué Jon fue resucitado ni se dio importancia a las profecías que rodeaban su figura como el elegido.

Al final, la figura del Señor de la Luz quedó relegada a un papel secundario, lo que resultó en una de las inconsistencias más grandes de la serie.

El mayor problema con el final de Game of Thrones fue la sensación de que se apresuraron demasiado en resolver todas las tramas. La serie construyó historias complejas y personajes profundos durante años, pero en la última temporada, muchas de estas historias se abandonaron sin una conclusión adecuada. El resultado fue un final apresurado, en el que los personajes parecían perder la esencia que los hizo tan cautivadores en primer lugar.

Aunque los aspectos visuales y la producción fueron excepcionales, la trama y el desarrollo de los personajes sufrieron grandes inconsistencias que dejaron a muchos espectadores con la sensación de que la serie no terminó de forma satisfactoria. Sin lugar a dudas, el final de Game of Thrones fue uno de los mayores desaciertos en la historia de la televisión moderna.